A veces ciega el sol un compromiso
de haber sido pastor de capa rota,
cayado con tres palmos de patriota
que apaña el hambre y estropea el guiso.
Probé a ser de cristal, y anden preciso
bajo el vaivén crispado de la ida,
el dado se quedó a media partida
donde aposté la sed de llegar alto,
al final coseché rosas de asfalto
en la locomotora de la vida.
1 comentario:
Te visito como te dije en Rimando, me encanta encontrar gente cercana que escriba poesia. Yo de Valladolid.
hermosas letras.
Cordial saludo.
Rocío
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