La sombra impenitente de la palabra un día
cernió la luz de un beso sobre el caos de la noche
y brotaron los sueños como auroras polares
en la estrenada alfombra de un espacio infinito.
La claridad fue el dardo que apartó las tinieblas
sellando en roquedales membranas de carbono
y al "hágase" crecieron bajo la savia oculta
con deslizantes dedos los pétalos de rosas .
La palabra sostuvo axiomas reverentes
bajo el edén cargado de un ciclo autodidacta
y autónomo en la idea pensada bajo el árbol.
Y la razón fue el pulso de la mujer y el hombre,
constancia de si mismo que en su afán de ser libre
cubrió de ambigüedades el beso de la vida.
1 comentario:
Max que es de tu vida, no te veo en los foros ni te veia aqui. Bueno solo espero que estés bien.
Un abrazo.
Rocío
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